Filipenses 4:4-7
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Es sorprendente que en nuestra época (2010) a todos los jóvenes nos llegan momentos de aseidad, nos vemos sometido a presión en el colegio, en la universidad, en la casa, en la iglesia, por todo los lados hay presión y lo más grave es que nos auto presionamos. Y esto nos lleva a la ansiedad y la angustia.
La angustia es un estado afectivo de carácter penoso que se caracteriza por aparecer como reacción ante un peligro desconocido o impresión. Suele estar acompañado por intenso malestar psicológico y por pequeñas alteraciones en el organismo, tales como elevación del ritmo cardíaco, temblores, sudoración excesiva, sensación de opresión en el pecho o de falta de aire (de hecho, “angustia” se refiere a “angostamiento”). En el sentido y uso vulgares, se lo hace equivalente a ansiedad extrema o miedo.
Muchas personas al llegar a ese estado, tratan de buscar una solución para aliviar o quitar la ansiedad o angustia, por ejemplo, acuden al Alcohol, a las drogas, medicamente o drogas controladas como forma de aliviar el nerviosismos o de forma no enfrentar una situación en su vida. Del mismo modo los creyentes no dejamos de ser tentado de buscar una forma para aliviar la ansiedad o la angustia.
Pero qué bueno que la palabra de Dios nos da el tratamiento perfecto para cuando lleguen eso momentos.
El Apóstol Pablo nos da la clave para ese tratamiento en el v. 6 el nos dice: “Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” Que si tienes algo que te preocupa oh te lleva a un estado de Ansiedad, eso debe ser un motivo de oración. Esa es la clave, ir a la presencia de Dios a descargarnos de todas nuestras dolencias y preocupaciones. La oración es la cura a muchas de nuestras inquietudes espirituales, que bendición convertir nuestras inquietudes y preocupaciones en motivos de oración, tenemos que ser sincero con nosotros mismo, muchas veces vivimos más preocupados, que orando por lo que nos preocupa. De la misma manera, el pasaje nos da el diagnostico, luego que hacemos el tratamiento en el v.7 dice así; “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Nuestro Dios se encargará de sanar nuestro corazón y mente en la persona de Cristo Jesús, que bueno es saber que Dios nos promete ayudarnos con nuestras preocupaciones. Que este día todas esas cosas que te preocupan sean en tu vida un motivo más de oración y el Dios que es todo poderoso tranquilizará tu Corazón y mente. Dios entiende más de lo que te imagina tu situación, por tanto llega hoy a su presencia en oración.
Dios les Bendiga…
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